1. Es necesario eliminar el desconcierto existente entre objetivos, metodologías y competencias. Las circunstancias han cambiado con el paso de los años, obligándonos a replantear el papel y los objetivos mismos de nuestro sistema de enseñanza. Un análisis poco preciso sería: los objetivos son el medio que nos llevan al fin, que son las competencias. Y cómo las competencias son muy genéricas, cada profesor debe marcarse sus metas más específicas.
2. A partir de los nuevos problemas debidos a la influencia de los cambios educativos producidos por el paso del tiempo, es posible diseñar unas pautas de intervención ( Metodología) capaces de mejorar la calidad de nuestro nuevo sistema educativo. Las nuevas respuestas deben plantearse simultáneamente en varios frentes:
a. Imagen social de nuestro sistema de enseñanza (relaciones sociedad-sistema educativo, apoyo de la sociedad, sociedad educativa).
c. Formación de profesores para afrontar las nuevas expectativas sociales (formación inicial y
TAXONOMIA DE BLOOM:
Nuestra propia experiencia nos da la sensación de que la piramide de Bloom resulta muy ordenada en teoría, pero la realidad de cómo se aprende no es tan lineal como se nos muestra. Un ejemplo muy frecuente es como en labores procedimentales los alumnos pueden tener un alto nivel, y luego no saben el concepto que les ha llevado hasta allí.
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